De estrella de Hollywood, a Princesa de Monaco: Grace Kelly.
Siempre supo que el cine era lo suyo y luchó para conseguir hacerse un hueco en el feroz mundo hollywoodiense, pero logró mucho más. Se convirtió en una leyenda del cine y en un icono de estilo admirado por todos.
Su carrera profesional comenzó en el año 51 con la película 'Catorce horas', la cual le proporcionó un contrato casi inmediato con la MGM con la que protagonizaría largometrajes inolvidables como 'Mogambo', 'El crimen perfecto', 'La ventana indiscreta' o 'Atrapa a un ladrón'. Grace Kelly se convertía así en la musa del mismísimo Alfred Hitchcock.
Tras una carrera tan exitosa -dos globos de oro y dos oscar-, como breve -tan solo 5 años y 11 películas-, la actriz estadounidense protagonizó lo que muchos calificaron de un auténtico cuento de hadas al casarse con el príncipe de Mónaco Rainiero III.
El mito creció y su influencia en el mundo de la moda también. Su maquillaje delicado, sus peinados, sus vestidos y sus elegantes chales de seda fueron y aún son imitados y versionados.
