Entrada al parque del Retiro por la puerta de Alcalá.
Estanque del Retiro y plaza de Colón.
Campaña de Loewe junto a una de las entradas al museo del Prado.
Ni París, ni Roma, ni Berlín. En Europa prefieren comprar en Madrid. Y es que la capital de España es considerada la segunda ciudad europea elegida para ir de compras. Solo Londres consigue situarse por delante.
     ¿Los motivos? Han sido varios los factores analizados por The Economist para elaborar su informe y Madrid consigue destacar en muchos de ellos. La calidad y variedad de su oferta, la presencia de tiendas de lujo como las situadas en las prestigiosas calles de Serrano y de Ortega y Gasset, o las alternativas más vanguardistas o alternativas de Fuencarral y Chueca, entre otras zonas comerciales. El clima es otro de los atractivos, al igual que el precio y la facilidad de transporte.
     Pero, sin duda, uno de los mayores logros de Madrid es la presencia de prestigiosas marcas nacionales como Camper, Mango, Desigual o la lujosa Loewe.
     Ha sido precisamente esta última la que ha apostado por la capital como protagonista de su última y, dicho sea de paso, polémica campaña.

Hotel Ritz, en la plaza de Neptuno. 
     Loewe ha escogido el maravilloso escenario del parque del Retiro, el museo del Prado, la plaza de Colón y los exteriores e interiores del mítico Hotel Ritz para rendir un tributo a su colección Oro de bolsos creada en 1957.
     Con una estética flúor en sus asas y detalles, Oro pretende acercar a la juventud un muestrario de lujo.
     La frivolidad de las declaraciones de los protagonistas escogidos para el vídeo y la imagen errónea que pueden dar sobre la sociedad más joven en nuestro país ha sido sin duda el tema más comentado y criticado en Twitter.
     No es el anuncio de mi vida, pero tampoco me he rasgado las vestiduras al verlo. Muchas de las críticas más feroces que he escuchado provienen de personas a las que he visto y leído hablar como a la hija de Verónica Forqué, a las hermanas Cuesta o a Maria Rosenfeldt.
     En absoluto me he visto identificada con la campaña, pero no pienso tirarle más piedras a una de nuestras firmas de lujo estandarte en el mundo.
     Aún resuenan en mi cabeza las críticas que prácticamente pedían la exclusión del mundo de la Moda de David Delfin cuando tapó con capuchas a sus modelos en su primera pasarela Cibeles. Ahora aquello nos parece una genialidad en la que muchos otros se han inspirado.
     Cuando se crea un bola de nieve hay decenas de personas que la agrandan con criterio y opiniones, pero no faltan quienes solo la hacen crecer sin saber muy bien de qué va la cosa, para aprovechar el tirón y seguir "a la última".
     Démosle a esta campaña un tono divertido o simplemente dejémosla correr. No seré yo quien participe en una ofensiva contra un producto tan nuestro.

     Para quienes aún no la hayáis visto, os añado el polémico video de la campaña, realizado para Loewe por Luis Venegas, uno de nuestros creadores más internacionales.

 
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