Angelina Jolie (Versace), Natalie Portman (Lanvin), Claire Danes (J. Mendel) y Kate Winslet (Jenny Packham).


Una noche Hollywood en toda regla. Así ha sido la ceremonia de los Globos de oro en Beverly Hills. Glamour y excentricidades, espectaculares aciertos y fallos catastróficos, maravillosos vestidos y desastrosas elecciones.
     Como cada año, he visto pasar por su alfombra exquisitas sorpresas. Pero también, algunas decepciones.
     Para mi disgusto, por ejemplo, la apuesta de Natalie Portman por un Lanvin que no le hacía justicia y un color que no le favorecía. Como contrapunto, la agradable impresión que me ha causado Angelina Jolie, quien normalmente no logra convencerme del todo y que en esta ocasión me ha impactado con la elección de su Versace. Merece mi aplauso.
     Claire Danes, conservadora como acostumbra, estaba correctamente vestida para esta gala, con un diseño
de J. Mendel.
     Kate Winslet ha seguido exactamente el mismo camino, la prudencia. Actitud que le ha otorgado un look impecable, luciendo un sobrio vestido dos piezas de Jenny Packham.

 Repasa conmigo el resto de la ceremonia 

Haidi Klum (Calvin Klein), Zooey Deschanel (Prada), Laura Dern (Andrew GN) y Elle McPherson (Zac Posen). 




Heidi Klum vuelve a encabezar mi lista con un sencillísimo, pero efectivo, Calvin Klein. Quizás el detalle del escote con turquesas me haya hecho subirle puntos a un vestido que en otra percha podría pecar de soso.
     Con Zooey Deschanel tengo un pequeño conflicto interior. Su Prada es sin duda una evolución en su estilismo, pero hay algo que no termina de encajarme; echo de menos su inconfundible estilo naïf.
     El vestido joya de pedrería de Andrew GN, que lució Laura Dern cierra mi pequeño ranking de oros en los premios.
     Michelle Williams, que se alzó con el Globo de oro a mejor actriz de comedia o musical, volvió a no convencerme con su Jason Wu, aunque ha estado mas acertada que con el vestido de margaritas del mismo diseñador que lució el año pasado. Creo que su diadema no es lo más adecuado, puede que ahí radique parte de mi desencanto.
     Elle Mcpherson es sin duda la viva imagen de la felicidad. Y solo con su espectacular sonrisa y su rubia melena no necesitaría más, pero decidió vestir como una verdadera Top con un vestido de corte sirena de Zac Posen.

Michelle Williams (Jason Wu), Sarah Michelle Gellar (Monique Lhuillier), Madonna (Reen Acra) y Jessica Biel (Versace).

     Pasemos a mencionar a quienes están peleadas con sus estilistas o cuyas elecciones me han hecho saltar de la silla.
     Les concedo todos mis respetos y les agradezco, además, que hayan puesto el toque divertido a este evento.
     He tenido la tentación de sacar mis gafas de 3-D para ver si me perdía algo del Monique Lhuillier de Sarah Michelle Gellar. Pero no; creo que es simplemente otro desatino más de la actriz que dio vida a 'Buffy'.  
     Mención aparte, para la siempre excéntrica y poco ortodoxa Madonna que hubiera necesitado más de una segunda opinión a la hora de enfundarse en su Reem Acra. Puede que el vestido no sea tan terrible como la elección de los complementos, incluido un mitón negro y una enorme cruz. Me reafirmo, no sería lo mismo sin estos desaciertos.
     Con Jessica Biel lo he intentado y en esta ocasión no sabría decir si el pelo o el romántico Versace que escogió son el problema. Pero no me convence. 
     De tener uno de los rostros más bellos del cine, a ser una muñeca llena de botox, Nicole Kidman me espantó. No la salvó ni su Versace.

Nicole Kidman (Versace), Enma Stone (Lanvin), Sofía Vergara (Vera Wang) y Kelly Osbourne (Zac Posen).

  Globo de oro para la impecable Emma Stone y su Lanvin.
  Mención especial para la muy convincente Sofia Vergara y su rotundo Vera Wang.
  Amonestación sin contemplaciones para el azul sin fin de Kelly Osbourne en su imposible Zac Posen.

 VER VÍDEO DE 'EL JARDÍN DE PAPÁ'. 
 
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